Parece que el último editorial de nuestra revista En Ruta en el que me refería a la ocurrencia de algún eurodiputado de prohibir el descanso semanal reducido en cabina no ha sentado muy bien entre algunos conductores profesionales autónomos o asalariados.
Los que lo han criticado no parecen haberlo leído o entendido bien, porque de ninguna manera pretendía menoscabar la dignidad ni la profesionalidad de los conductores, todo lo contrario, aunque es fácil hacer demagogia con este tema.
Decir que el conductor se merece descansar en la habitación de un hotel, aunque sea modesto, en lugar de tener que hacerlo en la cabina del camión, es algo en lo que cualquier persona de bien estará de acuerdo y, así las cosas, el legislador de buena fe, pero sin conocer en absoluto el sector, puede pensar que es lo lógico y prohíba el descanso en cabina.
Pero hay que tener los pies en el suelo y saber de qué estamos hablando. ¿Cuántos lugares existen en toda Europa donde se pueda dejar un camión aparcado en condiciones de seguridad para el propio vehículo y su carga y que además disponga de un hotel para albergar a las tripulaciones? ¿Dónde están los aparcamientos seguros para dejar el vehículo, aunque no dispongan de hotel, y el conductor pueda desplazarse por otros medios, taxi, autobús, etc. hasta el lugar más próximo para poder realizar el descanso? ¿Cuántos kilómetros habrían de recorrerse y horas de conducción habrían de emplearse para encontrar lugares en estas condiciones?
Pues bien, mientras esto no sea así, prohibir la realización de los descansos en cabina, no solo es una estupidez, es que será otra forma de sacar dinero a costa de las espaldas del transportista en multas, que es lo fácil.
He leído algunas quejas sobre dormir en la cabina con un semirremolque frigorífico funcionando. Hablan de soportar un ruido de 100 decibelios. Sencillamente, es mentira.
Está acreditado y lo puedo demostrar, que el ruido que se transmite a la cabina con el equipo de frío del semirremolque funcionando está entre 63,1 dB al ralentí y 66,2 dB a máximo rendimiento, en el caso de que la cabeza tractora esté alineada con el semirremolque. Si la cabeza tractora se coloca en un ángulo de aproximadamente 60º respecto al semirremolque, el ruido se reduce y pasa a entre 54,5 dB 63,3 dB.
Esto dicho así puede no decirnos nada, pero si lo comparamos con el ruido que se experimenta en un vehículo de lujo rodando a 120 kms. por hora que está entre 64,2 y 65,9 decibelios, y también lo puedo demostrar, nos podemos dar una idea del nivel de confort del que se disfruta en una cabina con el motor del semirremolque frigorífico en marcha.
No hagamos pues demagogia, vuelvo a insistir.
Y me gustaría saber por qué los sindicatos y otras organizaciones de pequeños transportistas no apoyan la medida de ampliar las jornadas de conducción de seis, como está reglamentado actualmente, a nueve o a doce como los conductores de autobús, y ello sin aumentar las horas de conducción ni minorar los descansos, para que el conductor pueda realizar el descanso semanal normal en su casa con su familia o donde realmente le apetezca y no tirado por ahí, aunque sea durmiendo en un hotel.
Jugar a demagogos con los sentimientos es fácil y parece que vende, pero el sentido común es lo que deben emplear los gobernantes cuando legislan y los representantes de sindicatos y organizaciones de transportistas cuando defiende sus intereses.
Por eso, antes de exigir el cumplimiento de algo imposible los estados deben poner los medios necesarios e invertir en el sector parte de lo mucho que sacan de él en impuestos, peajes, etc.
Empecemos a construir la casa por el tejado. Áreas de descanso seguras con aparcamientos para los vehículos, dotadas de instalaciones donde los conductores puedan descansar, con restauración, salas de esparcimiento y deporte, buenos aseos para la higiene personal, lavanderías etc. Dormir en la cabina del vehículo no es el problema, lo verdaderamente duro es tener que estar hasta 45 horas enjaulado en ella como estamos viendo que hacen los conductores de algunas empresas buzón y del este de Europa que tienen a sus conductores en condiciones infrahumanas.
¿Y que hacen las autoridades para evitarlo? Pues eso, prohibir los descansos en cabina y que se joda, con perdón, al que le toque.
Manuel Pérezcarro Martín
Secretario General