La Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado una campaña de vigilancia de camiones y autobuses, en la que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil reforzarán los controles sobre cargas, velocidad, tacógrafos y horas de conducción y descanso.
La campaña, lanzada por Tispol, la organización internacional de policías de tráfico, tiene objetivo promover condiciones óptimas de seguridad en la conducción de estos vehículos, ya que, por sus dimensiones, generan daños más graves en caso de accidente.
Desde el lunes 10 de febrero y hasta el domingo 16, en toda clase de vía y a cualquier hora del día, los agentes de la Guardia Civil intensificarán también los controles de alcoholemia y drogas a los conductores de estos vehículos y la inspección de la documentación.
Según los últimos datos publicados por el Observatorio Europeo de Seguridad Vial (ERSO), el número anual de fallecidos en accidentes de tráfico en la UE en el que están implicados vehículos pesados y autobuses o autocares se redujo casi un 50% entre 2007 y 2016.
Durante el año 2019 los autobuses no han provocado ningún accidente mortal en vías interurbanas, unos datos históricos jamás recogidos desde que se registran las estadísticas de siniestralidad y que viene a corroborar que el autobús es un medio de transporte de los más seguros.
Con el fin de mejorar la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico comunicará a la de Transporte Terrestre las sanciones cometidas por conductores profesionales reincidentes, para que las empresas para las que trabajan sean inspeccionadas.