El 11 de diciembre, transportistas de toda Cataluña fueron invitados a participar en una protesta contra el plan del Gobierno de obligarles a utilizar la AP-7, prohibiéndoles el uso de la N-340. La alta siniestralidad que soporta esta carretera es el argumento de la Administración, pero los transportistas se niegan a pasar por obligación por una autopista de peaje, por los costes que ello soporta.
10 cortes simultáneos en 10 localidades de la provincia de Tarragona (L’Ampolla, L’Ametlla de Mar, Altafulla, L’Aldea, Amposta, El Vendrell, El Perelló, Roda de Berá, Creixell y Torredembarra) ha sido el plan de protesta organizado por los ayuntamientos de las citadas poblaciones de la provincia de Tarragona que se opone al plan del Gobierno de prohibir a camiones el paso por la N-340 y obligarles a pagar el peaje de la AP-7.
El lema de la movilización fue «No más muertes, basta de peajes», debido al alto índice de siniestralidad de la N-340, ya que pasa por todas estas poblaciones y los atropellos y accidentes son frecuentes. Las asociaciones de transporte (FEAT, CETCAT) llevan tiempo alertando de este problema y de la necesidad de encontrar una solución, aunque no comparten la que propone la Administración: utilizar la autopista de peaje de forma obligatoria.
La organización ha calculado una movilización de unos 130 camiones, que han recorrido la marcha a 60 kilómetros por hora y con pancartas con el lema de la protesta, para hacer ver del problema que supone para los transportistas pagar un peaje que, como ya han señalado, no pueden trasladar a sus clientes.
Fuente: www.transporteprofesional.es