Vizcaya quiere aplicar a partir del otoño del 2022 un peaje a camiones por varias carreteras del territorio, según ha anunciado el diputado foral de infraestructuras, Imanol Pradales.
Con esta medida pretenden desviar diariamente el tráfico de unos cuatro mil camiones hacia autopistas y autovías.
Los peajes se colocarían mediante unos treinta arcos en la A-8 en el tramo de autovía a Cantabria, en la N-240, la N-636 y la N-637.
Para que se lleve a cabo este nuevo peaje la Comisión Europea tiene que dar luz verde, aunque el gobierno vizcaíno calcula que entrará en funcionamiento en otoño del 2022.
Este método de recaudación, se propone en pleno debate sobre la implantación de peajes en las autovías españolas y tras el fracasado intento de la Diputación de Guipúzcoa de establecer peajes en parte de su red viaria, tumbado hasta en cuatro ocasiones por los Tribunales de Justicia así como el anuncio del Gobierno de Navarra de hacer lo mismo en su red viaria en los próximos meses.