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«Deslomados» por Manuel Pérezcarro Martín

Comenzada la recuperación de la crisis sanitaria en la que estamos inmersos, el Gobierno nos quiere vender que hemos salido de la situación “más fuertes”.

A estas alturas, lo que dice este gobierno no nos puede sorprender a ninguno, pero ¿en qué se basa para afirmar que tras la crisis sanitaria nos encontramos más fuertes que antes de que se produjera?

Se ha disparado el desempleo, entidades como Cáritas o los bancos de alimentos, no dan abasto para atender las necesidades de superveniencia de muchas personas castigadas duramente por esta crisis, la economía está destrozada, las empresas y los autónomos aguantan como pueden ¿dónde ha visto entonces el Gobierno la fortaleza?

Quizás en las miles de familias destrozadas por la muerte de sus allegados o de aquellos que han perdido un amigo y que han tenido que soportar no poder estar con ellos en los últimos momentos y ni tan siquiera acudir a su entierro. Ellos, necesariamente, han tenido que ser fuertes.

Pero … ¿y los demás?

Si nos fijamos en el sector del transporte, no es que esté más fuerte, es que está deslomado, sin fuerza ninguna para seguir en la brecha. Ha sido un sector esencial pero que, con carácter general está sufriendo esta crisis como cualquier otro sector, y la travesía del desierto amenaza ser larga y va a necesitar algo más que fuerza.

 

Las medidas económicas aprobadas hasta la fecha con carácter general han sido claramente insuficientes, no se puede ir acumulando deuda y no poder trabajar.

 

Los créditos ICO, van a servir para dar un respiro, pero hay que pagarlos y con las pérdidas ocasionadas por la paralización o reducción de la facturación, se va a hacer muy difícil, si no imposible. Hacen falta ayudas directas a fondo perdido, a través de una reducción drástica de los impuestos (gasóleo profesional, peajes, impuesto de circulación de vehículos, tasas, etc.) y en ayudas económicas de entidad para inversiones (renovación de flota y otros equipos, instalaciones, etc.).

Pero, además, es necesario que el sector empiece a alcanzar rentabilidad eliminando las ineficiencias que arrastra, por una parte, como la carga y descarga por los conductores, las paralizaciones a las que se ve sometido innecesariamente o la inmensa burocracia que tiene que soportar y los gastos administrativos derivados de la misma y, por otra parte, haciendo que se respeten los plazos de pago, la adecuación del precio del transporte según el precio del combustible, etc.

Es decir, que se resuelvan de una vez por todas las reivindicaciones que se vienen haciendo al Ministerio de Fomento desde hace más de cinco años por parte del Comité Nacional y que no han sido atendidas.

El próximo día 4 de junio y a petición de este organismo, está prevista una reunión con el ministro Ábalos en la que se le volverán a plantear estos temas y una serie de medidas económicas para hacer frente a la crisis del coronavirus.

Esperemos que en esta ocasión se atienda al sector de una vez por todas. Si no ocurre así habrá que entender que el gobierno no considera al sector como actividad esencial ni como sector estratégico, y entonces, será el momento de demostrarle lo equivocado que está.

 

Manuel Pérezcarro Martín | Secretario General FROET

—– Artículo publicado en la Revista FROET En Ruta nº 255 | JUNIO 2020 —–

 

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