Ministros y Secretarios de Estado de 8 países de la Unión Europea, concretamente de Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y Noruega han enviado una carta a la Comisaria de Transportes de la Comisión Europea Madame VIOLETA BULC el pasado 27.09.2016. en la que reclaman, entre otros asuntos, cambios legislativos que incorporen la prohibición del descanso en cabina, medidas concretas contra las sociedades pantalla y sobre la utilización de vehículos ligeros para realizar transporte internacional. También piden en esta misiva, que se intensifiquen y armonicen los controles en carretera.
El manifiesto de estos ocho países (entre los que no se encuentra España), expone que «la política de la Unión Europa ha priorizado siempre el respeto a las libertades fundamentales como la libre prestación de servicios y la libre circulación de mercancías en el mercado interior, así como también la prohibición de la discriminación como un principio fundamental de la Unión Europea.»
Pero, se muestran preocupados «por dos factores que afectan a este sector: observamos una apuesta por las libertades fundamentales, que son cada vez más a menudo invocadas de forma abusiva para evitar la aplicación de normas europeas que garantizan una competencia leal en el mercado interior. Por otra parte, la realización de actividades ilegales, la aparición de empresas pantalla y las prácticas desleales de comercio son cada vez más comunes. Además del impacto negativo sobre la competencia leal, en la percepción de Europa por nuestros ciudadanos y de las condiciones de vida de los trabajadores europeos, que ayuda a crear un riesgo significativo para la seguridad vial.»
Los firmantes apoyan «los logros del mercado único europeo y la creación de un espacio europeo de transporte. Pero también queremos hacer hincapié en que la Unión Europea debe ser más que una comunidad económica, que da prioridad absoluta a la libre competencia y en busca de una mayor ganancia. La Unión Europea es también una comunidad de valores que da la misma importancia, entre otros, al respeto por los derechos sociales fundamentales, la paz social entre los Estados miembros y la seguridad de los ciudadanos.»
Por ello , reclaman «la aplicación firme de las normas existentes en el transporte europeo, como condición ineludible para satisfacer a nuestros ciudadanos y empresas que se enfrentan a «lagunas» legales y «potencial abuso» de las mismas, en el mercado único.
Defienden con estos argumentos, la aplicación en sus países de la prohibición del descanso en cabina, el incremento de los controles o la aplicación del salario mínimo para luchar contra las prácticas abusivas.