VAYA FIN DE AÑO
Dice el refrán que, a perro flaco, todo son pulgas. Esta expresión es utilizada cuando la desgracia se ceba en los desvalidos, los pobres, los débiles, los que están abatidos,… y yo añadiría los transportistas.
A los nubarrones que han estado amenazando al sector desde la nefasta investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, con el no al diésel, el incremento del impuesto sobre hidrocarburos, el desvío obligatorio de camiones por autopistas de peaje, la euroviñeta, la cotización de los autónomos … ahora los transportistas vuelven a sufrir con resignación el asalto de polizones para introducirse en el Reino Unido y la guerra de los denominados “chalecos amarillos”, y todo ello en plena campaña hortofrutícola después de haber tenido la mitad de la flota frigorífica parada durante los meses de verano y otoño tradicionalmente muy flojos en exportaciones de este tipo de productos.
Nuestros asociados nos preguntan, impotentes, qué estamos haciendo por ellos desde las organizaciones del sector, pues ven como cíclicamente se repiten los mismos problemas sin que se les dé solución alguna, asumiendo las enormes pérdidas que se les ocasiona por este tipo de incidentes – mercancía rehusada, costes de paralización del vehículo, incidencias en la entrega por retraso, pérdida de viajes, etc.- sin que ni el estado francés ni el español hagan nada efectivo por evitarlo o, en su caso, se indemnicen con inmediatez los daños sufridos.
¿Dónde están los derechos de los transportistas a la libre circulación de personas y mercancías?
¿Para cuándo las áreas de servicio seguras tantas veces demandadas donde se protejan a nuestros conductores, mercancías y vehículos?
¿Hasta cuándo tendremos que soportar la pasividad del Estado Francés y su gendarmería sin que por la Unión Europea se le imponga sanciones ejemplares y se le obligue a reparar los daños causados?
No es de extrañar que crezca el Euroescepticismo y que aparezcan partidos populistas que propugnen la salida de Europa. Nadie quiere una Europa como la que tenemos.
Mientras tanto, la impotencia y el cabreo son generalizados y si no se resuelven estos problemas, se dará lugar a una reacción indeseable que podría estar justificada.
¿Dónde se meten ahora los políticos que dentro de poco nos rogarán su voto prometiendo lo que sea? No nos sirven ya las promesas. La actuación urgente es lo que demandamos.
No es fácil levantar una empresa o un pequeño negocio de transporte y muy difícil está resultando mantenerlo. Decía el señor Ávalos, Ministro de Fomento, hace unos días, que el transporte de mercancías es un sector estratégico; pues bien, ¿qué hace por defenderlo?
Espero que todo el mundo tome buena nota y podamos ver en este año que viene un sector próspero al que se le permita desarrollar su actividad sin que nadie se empeñe en añadir más problemas de los que tiene dedicarse a esta profesión, que ya son bastantes. ¡Feliz 2019!
Manuel Pérezcarro Martín | Secretario General FROET
—– Artículo publicado en la Revista FROET En Ruta nº 238 de diciembre de 2018 —-